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domingo, 7 de marzo de 2010

Movies: Hedwig and The Angry Inch

Hedwig & the Angry Inch es una especie de obra musical, monologo de comedia y opera rock nacido de las entrañas del off-Broadway, que termino en el cine convirtiendose en un icono mundial, alternativo, claro. Hay dos verdades importantes sobre Hedwig que son dificiles de ocultar: Primero, es que es cine gay. O al menos siempre se suele echar en el mismo costal. Segundo, y mas importante, tiene una banda sonora insuperable. Rock sicodélico, rockabilly, soul y blues, inspirado directamente del glam mas subversivo y los compositores mas geniales de rock del siglo XX.
Hansel (John Cameron Mitchell, guionista y director a la vez) es un chico aleman que vive del lado conservador del muro de Berlin. Sus ilusiones lo llevan a intentar buscar la libertad, teniendo que pagar un precio con consecuencias sentimentales y fisicas. Hansel, ahora Hedwig en honor a su madre, va en busca de justicia para sí tras el daño que sus relaciones le han dado. En cada cancion, Hedwig cuenta su historia, al tiempo nos damos cuenta de la persona que es ahora, rencorosa y dolida, arrastando en su mision a su banda indie. La musica, personaje tan principal como Hedwig, sera el detonante de llevar a la gloria o al suelo a los intérpretes de las canciones que ella concibió en su mente.
La pelicula extiende y materializa lo que en la obra son apenas anéctodas, es un rompecabezas donde todo pareciera simple pero que al conjuntarse es impactante. Maneja los sentimientos del espectador de manera casi violenta pero jamas gratuitamente, ni siquiera es esa su finalidad. Las canciones, poderosas y emotivas desde su instrumentación, dan volumen a la historia y sirven de hilo conductor al mismo tiempo que da la sensación de estar en un concierto en la sala mas alternativa de New York. Considero que hay que traer cierto bagaje o haber sufrido ciertas experiencias para comprender los sentimientos de Hedwig, y pueda uno conectarse con todos los personajes. Por que son todos tan realistas como excentricos sin caer en la caricatura. Todo a la usanza del mood entertainer del Show de Terror de Rocky pero sin autodefinirse como freaks.
La balada: Wicked little town.

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